La retransmisión ha mostrado cómo la sonda LCROSS de la NASA y su cohete Centauro se estrellaron contra un cráter en el polo sur de la Luna, en una exitosa operación destinada a constatar la presencia de agua en el satélite natural de la Tierra.
El primer impacto del cohete vacío causó una columna de polvo que se elevó sobre la cima del cráter, y fue seguido minutos después por la sonda, que recogió información de la estela antes de estrellarse a su vez. "Exito de la misión. Hemos recibido confirmación termal de que el impacto ha ocurrido", dijo el control de la misión en el Centro Ames de Investigaciones de la NASA. "Los instrumentos funcionaron como estaba previsto", añadió.
El cráter seleccionado para el impacto, Cabeus A, se encuentra muy cerca del polo Sur de la Luna. El sitio exacto del impacto se sitúa en un punto del centro del cráter lígeramente desplazado hacia el norte, en una zona de sombra permanente. Los datos del Lunar Prospector indican que la parte específica del cráter podría contener hasta dos por ciento de agua en el metro superior del suelo.
En el momento del impacto, el punto elegido estaba en oscuridad y el penacho de material expulsado alcanzó aproximadamente unos 10 kilómetros de altura. La misión LCROSS espera que en la nube se contengan signos de agua lunar. Los datos del Lunar Prospector muestran la presencia de hidrógeno dentro de este cráter, pero el agua es uno de los muchos materiales que podrían ser reservorio para el hidrógeno.
Fuente: 20minutos
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