sábado, 30 de octubre de 2010

Tevatrón y LHC

Esta semana el Panel Asesor en Física de Altas Energías (HEPAP) ha presentado en Washington DC un informe que aconseja al Departamento de Energía de EEUU aumentar en 35 millones de dólares anuales el presupuesto del Fermilab, para extender tres años la vida del Tevatron, el segundo colisionador de partículas más potente del mundo.

"La búsqueda del bosón de Higgs es la cuestión más excitante de toda la física", declara Charles Baltay, físico de la Universidad de Yale y presidente del panel asesor. "Debemos aprovechar la oportunidad".

El fin de la actividad del Tevatron del Fermilab en Illinois (EE UU) estaba previsto para septiembre de 2011. Todo cambió cuando el CERN anunció el pasado marzo que a finales de 2011 cerraría el LHC durante 15 meses para reparar unos problemas de diseño que no le permiten operar a su máxima potencia.

Los miembros del Fermilab evaluaron la posibilidad de extender la vida de su colisionador para intentar arrebatar a sus colegas europeos el prestigio de ser los primeros en detectar experimentalmente la pieza que falta para encajar el modelo estándar de partículas, el anhelado bosón de Higgs.

 
Encontrar el origen de la masa

El bosón de Higgs es la pieza fundamental que falta para encajar el modelo estándar de la física, y sería la partícula responsable de dar masa al resto de partículas. Ha sido predicho teóricamente, pero es escurridizo, y para ser generado y detectado en un colisionador de partículas requiere colisiones muy energéticas.

La potencia actual del Tevatron no es suficiente para rastrear todo el rango de energías donde los físicos teóricos deducen que podría estar el bosón de Higgs.

Sólo el LHC a pleno funcionamiento sería capaz de descartar plenamente su existencia, lo cual sería un descubrimiento más revolucionario que su propia confirmación. Pero sí existen elevadas posibilidades de que el bosón de Higgs aparezca bajo las condiciones energéticas que podría alcanzar el Tevatron de aquí a 2014, mientras el LHC está parado en fase de reparación.

Si así fuera, la instalación estadounidense arrebataría a la europea el reconocimiento de haber conseguido uno de los principales hallazgos científicos de las primeras décadas del siglo XXI.

Frente a algunas voces que piden que el Fermilab mantenga el Tevatron activo tanto en caso de que el gobierno de EE UU aumente su presupuesto como si no, el panel de asesores ha matizado que sólo recomienda extender la vida del Tevatron en el caso de recibir un aumento de 35 millones de dólares anuales que no comprometa el sacrificio de otros proyectos del Fermilab. Cuando en febrero de 2011 la Casa Blanca anuncie sus presupuestos, sabremos si EE UU ha decidido luchar por ganar una carrera, que hace escasos dos años parecía tener en Europa una clara vencedora.

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