Tal y como
ha advertido Vinton Cerf, uno de los padres de Internet, en varias ocasiones, el actual sistema de direcciones IP, el
IPv4,
está a punto de llegar a su límite. Esta misma semana, la Agencia de Asignación de Números de Internet (IANA), organismo que se encarga de repartir las direcciones IP,
ha entregado el último bloque de direcciones, lo que significa que la Red debe prepararse para asumir el nuevo protocolo
IPv6.
APNIC (la organización encargada de asignar IPs en Asia y en el Pacífico que ha recibido el último paquete de direcciones) asegura que está previsto que las direcciones IPv4 ya asignadas duren hasta septiembre. Pero a partir de ese momento no habrá más, por lo que quien necesite una nueva conexión a Internet recibirá una de tipo IPv6.
Puede que todo esto resulte incomprensible para muchos. ¿Qués una IP?, ¿qué significa que se agoten las direcciones?, ¿en qué consiste el nuevo IPv6? Jordi Palet Martínez, experto en informática e Internet
muy implicado en proyectos relacionados con el IPv6, ha explicado algunas cuestiones para
20minutos.es.
¿Podrías explicar de forma sencilla qué es el IPv4 y por qué ha de cambiarse a IPv6?
Cada dispositivo que se conecta a Internet, requiere un identificador, para permitir esas comunicaciones con Internet, que podría ser equivalente al número de teléfono. La primera version comercial del protocolo de Internet tenía direcciones con una longitud de 32 bits, es decir 2^32 direcciones (unos 4 mil millones).
Teniendo en cuenta la población del planeta, y que hoy en día cada uno tiene varios dispositivos, no solo un PC, e incluso que hay "cosas" (aparatos de todo tipo, sensores, etc.) que se conectan a Internet, es lógico que llegue un momento en que esos cuatro mil millones de direcciones ya no son suficientes.
¿Que es IPv6 entonces? La versión del Protocolo de Internet (IP) que estamos usando ahora, es la versión 4. Comercialmente no ha habido otras versiones, sino que directamente hemos desarrollado durante muchos años la nueva version que es la 6, por tanto de ahí IPv6.
IPv6 tiene direcciones de 128 bits, es decir 2^128 (del entorno de sextillones), es decir, mas que suficiente para que cada usuario de Internet tenga muchas mas direcciones que toda la Internet actual, e incluso así seríamos capaces de llenar de direcciones trillones de planetas del tamaño de la Tierra, tantos que no cabrían en la órbita solar.
Si no cambiamos a IPv6, Internet no puede crecer, y por tanto, no podrían conectarse nuevos usuarios ni nuevos dispositivos. Por desgracia no es tan fácil como el cambio de los números telefónicos... De hecho no se habla de cambio, sino de transición y coexistencia.
Entonces, ¿al IPv6 no puede sucederle lo mismo que le ha sucedido al IPv4?
Es realmente muy difícil que se repita. Creo que los diseñadores del protocolo hemos aprendido la lección. La realidad es que IPv4 era un experimento que al final se hizo comercial, y que ha sido víctima de su propio éxito.
No sólo hay tantas direcciones como decía antes sino que, además, el protocolo ha sido diseñado pensando en posibles crecimientos sin necesidad de actualizarlo todo de nuevo.
Fijáos, lo que cada usuario debería de recibir de su ISP, incluso en la ADSL doméstica, es lo que se llama un /48, es decir, una prefijo de 48 bits. Para que se entienda fácil. Cada usuario podrá disponer de 16 bits adicionales para sus redes (ejemplo, red con cables, red wireless, red wireless para mis invitados, red para mis electrodomésticos, red para los ladrillos de mi casa, etc.).
Sé que parece exagerado, pero no lo es, porque vamos hacia lo que llamamos la "Internet de las cosas". Ahora bien, ¿qué significan esos 16 bits? Pues que podemos tener hasta 65.535 subredes en cada uno de nuestros hogares y oficinas. Además cada una de esas redes tiene una capacidad de 2^64 direcciones. Es decir, mucho más que toda la Internet actual con IPv4.
Con esta cuenta, IPv6 duraría, asignando ese /48 a cada posible habitante de la tierra, unos 480 años. ¿Creéis que continuaremos usando Internet tal y como la conocemos hoy dentro de 100 años? Yo creo que antes incluso, habrá otros motivos para una nueva revolución de la Red.
Hay que asegurarse de que los ISPs nos entreguen nuestro /48, y por supuesto sin coste adicional. IPv6 no tiene que costarnos más. Al revés, los ISPs van a poder hacer más negocio y ofrecernos más servicios y aplicaciones que pagaremos con gusto.
Algunas figuras destacadas como Vinton Cerf han transmitido un mensaje muy apocalíptico sobre el agotamiento de las direcciones IP, ¿está justificado ese tono?
El problema es que llevamos más de 10 años, desde que se terminó de desarrollar IPv6, diciendo que es necesario realizar la transición, e incluso a pesar de que gobiernos de todo el mundo, la Comisión Europea, etcétera, han dado la voz de alarma, la mayoría de los ISPs no se están moviendo al ritmo que debería de haberse producido. Sí es cierto que la crisis económica no ha ayudado, pero también es un error, porque no es algo caro para una empresa o un ISP, en contra de lo que se piensa, y en cambio genera negocio, o visto de otro modo, se evita perder clientes.
Creo que se ha entendido mal a Cerf, pues él ha insistido en que hoy, con el agotamiento de IPv4, no se detiene Internet, lo que está funcionando sigue funcionando, pero sí es cierto que deja de poder crecer, al menos de un modo lógico y ordenado, lo cual implicaría importantes incrementos de costes, y la imposibilidad práctica de desarrollar nuevas aplicaciones y servicios.
Ahora bien, el día 3 de febrero se produce el agotamiento del stock central de direcciones. El tono es importante ahora, porque de no hacerse caso a esta última oportunidad, cuando el registro Europeo agote sus reservas, aproximadamente a final del verano de 2011, la situación se complica sobremanera.
El mensaje creo que tendría que ser: "Internet no deja de funcionar en este momento, pero no hay que dormirse". Es una grave temeridad que una empresa o institución no tenga ya planes de transición a IPv6, lo cual implicaría poner en peligro su presencia en Internet en los próximos meses y por tanto un importante impacto en su negocio.
Los ciudadanos y empresas han de ser conscientes de la necesidad de IPv6 y pedirlo a sus proveedores tanto de servicios como de equipamiento y si es preciso buscar alternativas.
¿Qué ha de hacer una página web para sobrevivir al cambio y cuáles son las principales dificultades de la transición?
En contra de lo que se cree IPv6 no es algo tan complicado, ni mucho menos caro. Lo caro es dejarlo para el último momento. Si se planifica con anticipación, IPv6 cuesta casi cero. Como mucho, en la mayoría de los casos, formar a los ingenieros. E insisto, no es más complejo que IPv4, sino más simple, aunque ligeramente diferente.
Los usuarios finales no tienen que hacer nada más que activar IPv6 en sus ordenadores, como explicamos en el libro
IPv6 para Todos (
que se puede leer de forma gratuita en Internet), e incluso esto ya esta hecho en muchos sistemas operativos modernos. Si su ISP no ofrece servicio IPv6, hay que pedirlo, quizás convenga actualizar el software del CPE (el
router doméstico), o incluso reemplazarlo, pero de momento no es imprescindible y es algo que se irá haciendo poco a poco según sea necesario sustituir dicho router por ejemplo por otras cuestiones como conectarse a fibra óptica, servicios de TV por Internet, más ancho de banda, etc.
Una página web es parecido desde el punto de vista del servidor, pues los sistemas operativos son los mismos que para los usuarios finales. Sin embargo, aquí es más necesario que el router esté bien preparado para garantizar la calidad de servicio a los usuarios que acceden a dichas páginas web.
Cuando ponemos en marcha IPv6 tenemos que dejar, de momento, IPv4 activado. Esto se llama coexistencia (doble pila). La razon es sencilla. Queremos seguir utilizando los servicios, aplicaciones y páginas web que aún no tienen IPv6.
Empezar a usar IPv6 es lo que llamamos transición (que no migración, porque no rompemos con IPv4), es como una balanza que en un lado tiene IPv4 y en otro IPv6. Hoy el peso de IPv4 es mayor, poco a poco, casi día a día, ese peso se hace menor y en cambio crece el uso de IPv6, de forma transparente para los usuarios.
Aunque el ISP no ofrezca el servicio, algunos sistemas operativos son capaces de utilizar mecanismos de transición automáticos, por ejemplo 6to4 y Teredo. Por eso, muchos usuarios podrán usar IPv6 aun cuando los ISPs no estén preparados. Pero esto tiene el inconveniente de que puede ser un poco más lento, ofrecer menos calidad o incluso fallar. Por eso es tan importante pedírselo a los ISPs o cambiar a otros que lo ofrezcan, para que no se deteriore nuestra conexión a Internet. Cuando los ISPs incorporan esos mecanismos de transición en su red, aunque no se cambie nuestro CPE, la calidad se mantiene, y no supone un sobrecoste.
De ahí que el próximo 8 de junio se haga una prueba masiva, para que los usuarios a los que les falle el acceso a YouTube, Google, Yahoo y muchos otros llamen a sus ISPs para pedir IPv6. Lo ideal sería no esperar a hacer esa llamada.
¿Qué problemas tendrá una empresa online que no cuente con estructura IPv6?
Al igual que una página web, una empresa con presencia online de cualquier tipo que no esté preparada con IPv6 (en general no requiere infraestructura nueva, sino adquirir los conocimientos y quizás una pequeña labor de consultoría con expertos que te asesoren al respecto), perderá usuarios, perderá visitas, y por tanto, perderá negocio.
Se crea una nueva brecha digital. Empezarán a surgir usuarios que sólo tengan acceso a IPv6, y por tanto si determinadas páginas web no están visibles con IPv4, no podrán llegar a ellas, o fallarán.
Para que os hagáis una idea, Yahoo ha calculado que perderá 1.000.000 de usuarios sólo en un día de prueba. Lógicamente por eso hacen la prueba un solo día, para llamar la atención de todos los implicados, pero a los pocos meses ya no será una prueba, será obligatorio. ¿Imagináis la perdida de ingresos por publicidad con un millón de usuarios?
¿Internet está preparado para el cambio?
Internet, como protocolo, está perfectamente preparado. Internet entendido como los grandes proveedores internacionales que conectan los ISPs de cada pais, esta preparado. El problema más importante son los ISPs que nos conectan en la última milla, es decir, hasta nuestra ADSL de casa, de la oficina, el data center donde están nuestras webs, las páginas web de los bancos, las tiendas online, las páginas de la administración publica...
Las consecuencias, pues las que hemos comentado antes: pérdida de visitas, fallos en las visitas, aplicaciones que empiezan a dar problemas, que con algunos usuarios puedes hacer determinadas transacciones y con otros no... Es decir, dicho de un modo un poco global, cierto grado de inestabilidad de Internet. Más fallos, más repetitivos, más llamadas a los call centers de soporte, y al final más coste para todos que si nos apresuramos a completar la transición antes de que esos fallos se incrementen.