- La investigación ha sido dirigida desde la Universidad del País Vasco.
Observando el paso de la nave 'New Horizons', camino al nanoplaneta Plutón, los científicos se toparon por casualidad con la formación de dos inmensas tormentas en el mayor de los chorros de aire (llamados 'jets') que alberga la atmósfera de Júpiter.
El análisis de las imágenes, dirigido desde el País Vasco y publicado en 'Nature', ha permitido estudiar estos fenómenos, pero también ha despertado nuevas incógnitas sobre su aparente periodicidad.
Los 'jets' son grandes columnas de aire que se mueven a grandes velocidades e influyen en la meteorología de Júpiter y otros planetas, incluida la Tierra. Júpiter posee ocho por hemisferio, especialmente llamativos.
Los científicos vieron con el telescopio espacial 'Hubble' (y después con toda una batería de observatorios terrestres) dos tormentas a punto de formarse en la más intensa de estas columnas de aire, situada en latitudes medias del hemisferio norte.
El rápido movimiento de las nubes durante este proceso ha permitido adquirir datos sobre las partes más profundas de la atmósfera joviana.
También ha quedado patente una inquietante coincidencia. La primera vez que se registraron tormentas en un 'jet' fue en 1975. No se volvieron a ver hasta 1990. Y los últimos datos corresponden a observaciones de marzo del año pasado. Es decir, parece que ocurren cada 15 o 16 años, pero nadie sabe por qué. Suponiendo que haya un por qué.
"Es tentador mencionar una analogía con un pulso rítmico", admite el investigador Kunio Sayanagi, de la Universidad de Louisville (Kentucky). Además, no es la única coincidencia: todas las tormentas surgieron en el pico del 'jet', donde la velocidad es máxima, todas surgieron por parejas y todas se movieron a idéntica velocidad.
"Este es uno de los aspectos más curiosos pues no vemos por ningun lugar de donde puede salir ese periodo de 15 años. Tendremos que esperar a ver que pasa", indicó Sánchez-Lavega, profesor de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) y principal autor de la investigación, en la que también han colaborado científicos catalanes y estadounidenses.
Misterios bajo las nubes
"Si en el futuro somos capaces de resolver este rompecabezas, probablemente llegaremos a comprender los misterios que se encierran bajo las nubes de Júpiter", comentó Sánchez-Lavega. El estudio de las imágenes, que ha acaparado la portada de la última edición de 'Nature', también ha arrojado importantes certezas.
"Lo que nosotros vemos en las imagenes de Júpiter es el rapido desplazamiento de las nubes que están dentro del 'jet', a más de 600 kilometros por hora. Allí surgieron las tormentas y se formó tras ellas toda la turbulencia que nos ha permitido estudiar el 'jet'", explicó Sánchez-Lavega.
Las simulaciones por ordenador que han reproducido las condiciones de este fenómeno sugieren que los 'jets' se forman gracias al calor interno de Júpiter.
Otra posibilidad que se había apuntado era que los generara la acción del Sol, al igual que ocurre en la Tierra con columnas de aire similares, aunque aquí son menos numerosas y más pequeñas.
Pero los datos de Sánchez-Lavega y sus colegas indican que los fenómenos atmosféricos llegan muy abajo, hasta donde no alcanza la luz de nuestra estrella.
"Aún no esta claro, pero nuestro estudio muestra que los 'jets' son profundos, por lo que el calor interno cobra fuerza", señala el investigador español.
Júpiter, un gigante gaseoso con más de 300 veces la masa de nuestro planeta, completa una órbita alrededor del Sol en 12 años terrestres, aunque sus días sólo duran 10 horas. Ninguno de estos ritmos naturales del planeta justificaría la aparente periodicidad de las tormentas en los 'jets', por lo que habrá que buscar la respuesta en otra parte. O quizás sea sólo cuestión de suerte, como tantas otras cosas.
Fuente: elmundo.es
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