Hace 8 años, un chaval canadiense llamado Ghyslain Raza fue a su instituto, se encerró en un aula, cogió una pértiga de recuperar bolas de golf y se filmó a sí mismo mientras emulaba a Darth Maul, el villano de Star Wars Episodio 1: La Amenaza Fantasma.
Al acabar, olvidó de llevarse la cinta consigo, y unos meses después pasó lo que tenía que pasar: un compañero fue a por la cámara y se encontró con la grabación. Anonadado ante lo que acababa de ver, se lo contó a sus amigos, que compartieron el vídeo a través del programa P2P más popular de aquellos días: KaZaA.
En sólo unos días lo vieron cientos de miles de personas. Una de ellas fue Bryan Dube, un diseñador de Raven Software, que hizo una versión del vídeo en la que convirtió los extremos del palo que había utilizado Ghyslain en un láser, incluyó el sonido que producen estas espadas y aderezó el conjunto con la banda sonora que John Williams compuso para la saga. Fue un hit inmediato. Había nacido Star Wars Kid:
Mucho ha cambiado Internet desde entonces. Y aunque han aparecido servicios como YouTube, Dailymotion, Break, Vimeo o Veoh en los que cualquiera puede subir vídeos caseros y conseguir miles de visitas en unas horas, me atrevo a decir que en todo este tiempo no ha aparecido nadie con las dosis de ingenuidad, falta de malicia, candidez y que genere la empatía del gran Ghyslain.
Aunque candidatos no han faltado. El último en saltar a la palestra ha sido Drew McConnell, un ser vivo de 28 años que ha tenido a bien protagonizar un vídeo en el que muestra sus lamentables dotes con una espada samurái. Además, y como al parecer no goza de una vida social muy allá, ha aprovechado para publicar su teléfono con la esperanza de que pique alguien. El conjunto es realmente gracioso 
Como expresó a la perfección el capitán Jean-Luc Picard en Star Trek:
Fuente: Abadía Digital
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