En contra de lo que algunos creen, descargar películas legalmente y bajo pago es una posibilidad real... Y en auge. Sin embargo, dos de las principales plataformas de esta modalidad no llegan a España. ¿Por qué?
A estas alturas, y con el conflicto por la aprobación de la ley Sinde aún reciente, todos hemos oído hablar de piratería, descargas, SeriesYonkis, eMule, BitTorrent... pero, ¿se ha parado alguien a contarnos las alternativas ‘legales’ para acceder a este tipo de contenido en Internet? (Sí, el ‘legales’ va entrecomillado, porque, a pesar del ruido mediático, usar cualquier programa P2P para descargar sigue siendo legal en España.)
A estas alturas, y con el conflicto por la aprobación de la ley Sinde aún reciente, todos hemos oído hablar de piratería, descargas, SeriesYonkis, eMule, BitTorrent... pero, ¿se ha parado alguien a contarnos las alternativas ‘legales’ para acceder a este tipo de contenido en Internet? (Sí, el ‘legales’ va entrecomillado, porque, a pesar del ruido mediático, usar cualquier programa P2P para descargar sigue siendo legal en España.)
El caso más conocido por su implantación en España es Spotify, el servicio de audio bajo demanda que acaba de anunciar que ya tiene un millón de usuarios de pago. En su versión gratuita permite acceder a millones de canciones a cambio de escuchar, cada cierto tiempo, uno o dos anuncios; y por 9,99 € al mes, aquellos que quieran acceder a la versión premium, además de no escuchar anuncios, pueden descargar sus listas de reproducción para oirlas offline, utilizar la aplicación para móviles, acceder a audio de más calidad, contenido exclusivo...
La pregunta es evidente: ¿por qué no hay un Spotify de vídeo? La respuesta también es bastante evidente: sí lo hay, pero no en España. En concreto hay dos que están pegando fuerte, Netflix en Estados Unidos y Voddler en los países nórdicos.
Netflix, que superó el año pasado los 15 millones de usuarios, es un servicio que, por 7,99 dólares al mes, permite acceder a miles de estrenos, cine clásico, series... a través de streaming, mediante un ordenador, consola (Xbox 360, PS3, Wii...), TiVo, iPad/iPhone y muchos otros dispositivos. Pero no sólo eso, sino que además, si eres un amante del cine en HD, por dos dólares más al mes puedes recibir en tu casa esos mismos títulos en DVD, y por otros dos más, en Blu-ray.
La sueca Voddler apuesta por otro modelo de negocio más parecido al de Spotify. Sus usuarios pueden acceder de manera gratuita al 80% de su contenido (cine, series y documentales), pero tienen que ver una serie de anuncios antes. Un poco molesto... o no, si piensas que es exactamente lo mismo que ocurre cada vez que vas al cine. Por otra parte, tiene ‘películas de alquiler’, estrenos a los que se puede acceder por entre 2 y 4 euros, dependiendo del título.
Ninguno de estos servicios están disponibles aún en España, y, lamentablemente, parece que alguien se lo está poniendo difícil. Netflix asegura en documentos internos que ve cada vez más complicado entrar en España por los abusivos derechos de autor, 2 ó 3 veces más altos que en Francia o Alemania; mientras, de Voddler, que aseguró a finales del verano pasado que España era uno de los primeros países donde pensaban expandirse, aún no sabemos nada.
Tendremos que estar atentos a las apuestas de las distribuidoras en España, que, como Yelmo con Youzee, están apostando por nuevos modelos de negocio.
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