Alzar la vista al firmamento nocturno y contemplar, en las afueras de un pequeño pueblo en el norte de Noruega, el formidable espectáculo visual que desencadena una aurora boreal
es una de esas experiencias dignas de ser contadas, filmadas y
narradas. Hacerlo desde la Estación Espacial Internacional directamente
no tiene nombre.
Fuente: Abadía Digital
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