Hoy en muchas partes de España (y aquí en Murcia ni os cuento) lo del calor es algo de Juzgado de Guardia. Parece que los portugueses de vuelta a casa eliminados por España en la Eurocopa nos han dejado caer encima la mitad de la producción de mantas de su país. Pero todo esto no es nada comparado con lo que la NASA ha detectado en un planeta situado a 63 años luz, donde la estrella en torno a la que orbita se ha despertado levantisca y ha generado una erupción solar de tal magnitud que ha arrasado la superficie del planeta con temperaturas que habrían alcanzado los1.000 grados centígrados. Como para salir a pasear liado en una batamanta.
El planeta de marras donde hoy no hacía falta encender la chimenea se llama HD 189733b, y por primera vez la NASA ha podido observar de forma directa el efecto de una llamarada solar sobre un cuerpo celeste de este tipo.
El telescopio Swift ha detectado una onda en el espectro de los rayos-X que se dirigía a dicho planeta desde la estrella en torno a la que orbita y rápidamente el telescopio espacial Hubble ha enfocado sus cámaras hacia el lugar del inminente cataclismo estelar. Se ha podido recoger la imagen de como las capas superiores de la atmósfera de HD 189733b, que por morfología planetaria sería semejante a nuestro vecino Júpiter (un gigante gaseoso) al recibir en un instante la radiación equivalente a tres millones de veces la que puede recibir la Tierra tras una erupción solar de tipo X.
Esto ha propiciado que desde la atmósfera de dicho planeta se liberasen al espacio unas 1.000 toneladas de gas por segundo a velocidades de casi 500.000 km/h mientras ha durado la tormenta solar.
El tremendo efecto sobre este planeta se debe también a su proximidad con su astro. En el caso de haberse tratado de un planeta rocoso (como la Tierra) los científicos afirman que este evento habría supuesto la eliminación absoluta de la atmósfera, quedando un planeta achicharrado e inerte como Mercurio.
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