El rover Curiosity de la NASA ha encontrado nuevas evidencias de la existencia de agua líquida en Marte en el pasado. El vehículo ha logrado estas pruebas tras romper varias rocas y analizar la arenisca de la superficie del planeta.
En su camino al Monte Sharp, Curiosity se ha detenido a examinar algunas rocas situadas en un sector observado en primera instancia por una nave espacial en órbita. La región fue elegida porque podría proporcionar evidencia de cómo el agua juega un papel importante en la estratificación de las rocas en esta región, como así ha sido.
El vehículo "ha examinado guijarros, piedra y arenisca depositadas por el agua que, se supone, fluyó sobre la superficie, y las venas o fracturas en la roca", han indicado los responsables de la misión. Cuando se han analizado esos restos se ha descubierto que el gas más abundante era el H2O.
La investigadora Laurie Leshin aseguró a la revista Science que la capa de polvo rojo que cubre la superficie del planta tiene aproximadamente 2% de agua. El hallazgo podría ser un recurso útil para futuros astronautas, según los propios los científicos.
"Piensen que con alrededor un pie cúbico de este polvo, tras ser calentado a unos cuantos cientos de grados, se pueden obtener dos vasos grandes de agua, es como las dos botellas que te llevas al gimnasio", indicó la doctora Leshin, en declaraciones recogidas por la BBC.
Del mismo modo, la Curiosity ha detectado "compuestos orgánicos", pero los científicos no están seguros de su origen.
Curiosity aterrizó en el interior de Marte el cráter Gale en agosto de 2012 para determinar si el planeta rojo ha sido capaz de soportar vida microbiana en algún momento de su historia. El robot descubrió allí el principal objetivo de la misión, encontrando un lugar que fue realmente húmedo y habitable hace miles de millones de años.
En julio de este año, Curiosity comenzó su viaje hacia Sharp, el destino principal del rover desde antes de su lanzamiento. Los investigadores quieren subir el robot a través de las colinas de la montaña y estudiar sus muchas capas. A su juicio, esto dará pistas sobre los cambios en las condiciones ambientales del planeta rojo.
El equipo del rover también quiere entender la geología de la zona comprendida entre el cráter Gale y el monte Sharp. "Si un mismo flujo de fluido es el responsable de las venas en el monte y en el valle, es de esperar que estas tengan la misma composición", ha indicado uno de los investigadores, David Sumner.
"Si vemos que las venas son diferentes sabremos que la historia se complica y utilizaremos estas observaciones para reconstruir la historia a largo plazo", ha añadido.
Fuente: 20 Minutos
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