"Más de tres meses después del inicio del experimento, los participantes se sienten bien. Su estado psicológico y físico es bueno. No hay quejas por su parte, al igual que por la de los médicos que los observan y que no han detectado ningún problema", ha señalado Evgueni Diomin, director técnico del proyecto. Asimismo, ha indicado que ninguno de los "marsonautas" ha expresado su deseo de abandonar el proyecto y ha agregado que les falta tiempo para barajar esa posibilidad, ya que cuentan con un programa de trabajo muy amplio.
"El programa incluye un total de 105 experimentos. A día de hoy, todos los experimentos están en marcha, unos se están llevando a cabo con mayor intensidad que otros", ha dicho. Según los cálculos, la nave espacial se encontraría ahora en la trayectoria de vuelo a Marte a 20 millones de kilómetros de la Tierra y a unos 190 millones de kilómetros del Planeta Rojo.
Con el fin de compensar la eventual pérdida de masa muscular en las condiciones de vuelo, los participantes del experimento han incrementado su actividad física y utilizan con mayor asiduidad la cinta de correr, la bicicleta estática y otros equipamientos. "Obviamente también tienen en cuenta los experimentos relacionados con la observación de su estado de salud, de los procesos metabólicos en el organismo", ha señalado el director del proyecto Marte-500 a la agencia Interfax.
A la pregunta de si el Instituto de Problemas Biomédicos (IPBM) de la Academia de Ciencias de Rusia, organizador del experimento y en cuyas instalaciones se realiza el simulacro, iba a celebrar los cien días del proyecto, Diomin ha apuntado que la fecha a celebrar es otra. "Creo que desde el punto de vista de las celebraciones, la tripulación tiene en cuenta otro fecha, los 105 días. Para ellos esa es una fecha más significativa, ya que con ella baten la anterior marca (de aislamiento en un vuelo simulado a Marte)", ha indicado.
La Agencia Espacial Europea (ESA) y la rusa Roscosmos lanzaron en 2004 este ambicioso proyecto, al que se sumó posteriormente China y en el que también colaboran países como Estados Unidos y España. En noviembre de 2007 se realizó un primer experimento preparatorio en el que seis voluntarios rusos permanecieron aislados del exterior durante dos semanas, mientras que en julio del año pasado se llevó a cabo un simulacro de vuelo al Planeta Rojo de 105 días.
El 3 de junio pasado comenzó el encierro de 520 días de los seis voluntarios que integran esta nueva fase del experimento, que servirá para estudiar la compatibilidad psicológica y la tolerancia de los miembros de una tripulación durante un vuelo interplanetario. Sus participantes -los rusos Sujrob Kamólov, Alexéi Sítev y Alexandr Smolenski, el ítalo-colombiano Diego Urbina, el francés Romain Charles y el chino Wang Yue- compartirán durante un año y poco más de cinco meses los 550 metros cúbicos que suman los cuatro módulos cilíndricos que conforman el simulador.
Permanecerán aislados del mundo exactamente el tiempo que lleva el vuelo de ida y vuelta a Marte, 490 días, más otros 30 de estancia simulada en el planeta mismo. En la fase "marciana" del experimento, se empleará un simulador de la superficie del Planeta Rojo, de 1.200 metros cúbicos, al que saldrán con sus escafandras los participantes en el experimento.
Según las normas del experimento, cualquier participante que lo desee podrá abandonar su aislamiento voluntario sin necesidad de explicar los motivos. Si esto ocurriera, se considerará al "marsonauta" fallecido durante el vuelo.
Fuente: 20 Minutos
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