Esta vez parece que sí, sin trampa ni cartón: se han encontrado fuertes evidencias de vida extraterrestre. No la vida basada en arsénico, los llamados extremófilos, que la propia NASA encontró recientemente en nuestro planeta (y que Wikileaks iba a destapar si no se daban prisa).
El doctor Richard B. Hoover, astrobiólogo del Marshall Space Flight Center de la NASA, proclama haber encontrado vida extraterrestre real. Tras el salto tienes los detalles de su descubrimiento.
Ahora mismo, el documento de Hoover en el que afirma haber encontrado vida alienígena está siendo sometido a una rigurosa revisión. Si la pasa, podremos afirmar, sin condicionales, matices ni ambigüedades que existirán pruebas, evidencias científicas de que la vida no es un hecho aislado en el planeta Tierra, que no estamos solos en el universo.
Pero antes de romanticismos, vayamos a lo que interesa: ¿qué ha encontrado exactamente el doctor Hoover? ¿Un platillo volante con ET? ¿Vio 100 capítulos de Alf bajo los efectos del alcohol? Nos gustaría que los bichos fueran grandotes (o no), pero son más bien pequeñajos.
Se topó, en el interior de unos meteoritos poco comunes, en concreto 9 condritas carbonáceas Cl1, con lo que piensa que son fósiles de bacterias. Bacterias similares a las encontradas en la Tierra, pero también con diferencias que la hacen distintas.
Además de ser meteoritos muy raros, son los más viejos del Sistema Solar.
Según afirma Hoover:
“Lo emocionante es que son en muchos casos [fósiles] reconocibles y pueden ser asociados de manera muy cercana a especies genéricas de aquí, la Tierra. Hay algunos que son muy raros y no se parecen a nada que haya podido identificar, y se los he enseñado a muchos otros expertos que también se han quedado perplejos.”
“Lo emocionante es que son en muchos casos [fósiles] reconocibles y pueden ser asociados de manera muy cercana a especies genéricas de aquí, la Tierra. Hay algunos que son muy raros y no se parecen a nada que haya podido identificar, y se los he enseñado a muchos otros expertos que también se han quedado perplejos.”
En concreto, parece que lo que ha descubierto son trazos de filamentos y remanentes de lo que parecen ser cianobacterias, organismos parecidos a las algas. Otro hallazgo fue una bacteria parecida a la llamada Titanospirillum velox. Similares, sí, pero no iguales, ya que presentaban la importante diferencia de que estas carecían totalmente de nitrógeno.
¿Y qué pasa con el nitrógeno? Según afirma Hoover, la falta de nitrógeno indica que las muestras son “el remanente de formas de vida extraterrestre que crecieron en los cuerpos principales de los meteoritos cuando el agua líquida estaba presente, mucho tiempo antes de que los meteoritos llegaran a la atmósfera de la Tierra“.
No es todo tan bonito, eso sí. Hoover ha hecho algunos trabajos antes que parecían apuntar a la misma dirección y que, no obstante, digamos que “dieron falso”.
No obstante, él se muestra completamente abierto con su publicación (puedes verla tú mismo). Ahora hay unos 100 expertos que han empezando a comprobar, diseccionar en profundidad su trabajo. Es más, se ha enviado una invitación a unos 5000 científicos, haciendo de este trabajo el más investigado de toda la historia de la ciencia.
Que lo investigue tanta gente, no obstante, es algo bueno. Primero para estar seguros. Segundo porque, como decía Einstein, “si estuviera equivocado, con una sola persona habría bastado”. Es decir, si no fuera un trabajo serio de un experto, no habría tanta gente sometiéndolo a examen, cualquiera podría rebatirlo.
Habrá que esperar la confirmación. De haberla, sería uno de los descubrimientos científicos más revolucionarios, cambiando así nuestra forma de pensar sobre si somos o no comunes en el universo.
Fuente: Gizmodo
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