lunes, 26 de mayo de 2008

La 'Phoenix' halla indicios de hielo subterráneo en el ártico de Marte


Ya se había detectado sobre el espacio, pero ahora se podrá comprobar sobre el terreno. Los polos de Marte son ricos en hielo subterráneo, y los científicos podrán a partir de hoy, gracias a los instrumentos robóticos de la misión 'Phoenix', rebuscar entre sus milenarios secretos, tras los rastros de un mundo habitable y parecido al nuestro.

Por primera vez, un vehículo espacial ha logrado posarse con éxito sobre regiones árticas marcianas, y las imágenes que ya está enviando han sido calificadas por los expertos de la misión como "el sueño de un científico".

Tras una arriesgada maniobra que ha concluido esta madrugada y ha sido celebrada con alborozo desde el centro de control de la NASA, la misión 'Phoenix' ha desplegado sus paneles solares y sus instrumentos han comenzado a enviar a Tierra imágenes del paisaje que la rodea.

En apariencia, el polo norte marciano presenta un aspecto tan seco y rojizo como el que estamos acostumbrados a ver en el planeta. Pero las apariencias engañan: los expertos han observado que la superficie ártica está surcada por líneas, como si hubiese sido dividida en pequeñas cuadrículas.

Estas irregularidades, que se dibujan sobre un suelo extremadamente plano, se deben muy probablemente a los movimientos de expansión y contracción de las placas de hielo que hay bajo el suelo, a las que la 'Phoenix' podría acceder gracias a su brazo robótico excavador.

Gracias al estudio de este hielo subterráneo, del propio suelo y de la atmósfera que la rodea, la misión 'Phoenix' pretende aclarar aspectos fundamentales del pasado hídrico de Marte y determinar la existencia de compuestos orgánicos, fundamentales para el desarrollo de la vida tal y como la conocemos.

Tras recorrer 679 millones de kilómetros, la nave 'Phoenix' se posó esta madrugada en una altitud equivalente a la que en nuestro planeta ocupan Alaska o Islandia. Allí llevará a cabo su misión durante los próximos meses, cuyo objetivo es aclarar si las zonar árticas de Marte fueron habitables en el pasado o quizás incluso aún lo son.

Tras verla recorrer 679 millones de kilómetros, los técnicos del control de la NASA desde el Laboratorio de Propulsión a Chorro(JPL) en Pasadena, California, respiraron aliviado cuando la sonda puso sus tres patas sobre el planeta rojo 10 meses después de iniciar su largo viaje desde el Centro Espacial en Cabo Cañaveral (Florida).

"Ha tocado superficie suavemente, de acuerdo con lo previsto", dijeron los responsables de la misión entre aplausos y el júbilo del equipo del JPL.

"Hemos detectado que ha tocado la superficie", afirmó el ingeniero adjunto de sistemas, Richard Kornfeld, entre los vítores del personal de la NASA. El equipo de la agencia espacial al ver que todo transcurría como lo habían planeado, expresó su alegría y satisfacción por el desarrollo de los acontecimientos.

Casi cuatro años y medio han pasado desde que la NASA, sumida entonces en una grave crisis, se mordió las uñas durante días hasta que concluyó el aparatoso aterrizaje de sus robots exploradores sobre Marte.

'Phoenix', una plataforma capaz de excavar, estudiar muestras y analizar el clima del planeta rojo, se encargará de profundizar en uno de los dilemas científicos más apasionantes de las últimas décadas: ¿hay, o ha habido, vida microbiana en Marte?

La 'Phoenix' erntró en la atmósfera marciana a unos 21.000 kilómetros por hora, y en el aterrizaje, que fue bautizado como "los siete minutos del terror, tuvi que realizar una complicada serie de operaciones hasta reducir su velocidad a sólo 8 kilómetros por hora, justo antes de que sus tres patas tocaran el suelo.

'Phoenix' recibe su nombre de la mitológica ave Fénix. Al igual que el legendario animal, la nueva misión de la NASA ha renacido de sus propias cenizas: La estructura de la nave y algunos de los instrumentos provienen del viejo proyecto 'Mars Surveyor Lander', que se abandonó por falta de presupuesto.

Y otros instrumentos se inspiran en los que llevaba el 'Mars Polar Lander', uno de los vehículos que ha fracasado en su intento de posarse sobre el planeta rojo. Completa la misión la estación meteorológica acoplada al vehículo, costeada por la Agencia Espacial de Canadá por un valor de 37 millones de dólares.

La 'Phoenix' desplegará por completo sus instrumentos y empezará a trabajar a pleno rendimiento pasados 90 días marcianos (que duran 40 minutos más que los de aquí).


Espectacular simulación del descenso:

Instrumentos:


Todo el proceso:

Fuente: elmundo.es

No hay comentarios:

Publicar un comentario