Es un juego en tiempo real, por lo que si tu no estás online, el juego sigue su curso. Otra cosa importante es que solo puedes jugar durante 16 horas seguidas, si te pasas, serás baneado por 24 horas.
El triunfo de cada uno se debe al desarrollo que tenga tu Imperio en el ámbito que quieras, ya sea económico, social, político, militar, etc. todo depende exclusivamente de ti.
Al momento de registrarse te dan un escudo, que es el que tienes que cuidar y honrar durante todo el juego, hay 14.000 para elegir por si quieres cambiarlo. Además tenemos 12.000 paisajes en cada provincia, 11 edificios y 15 unidades de combate.
Todos los jugadores que comienzan, les dan una comunidad ya hecha, donde tienes que empezar a construir tu Imperio. También al comienzo te entregan recursos para poder construir los edificios esenciales. Claro que uno de éstos recursos (El Oro) no se puede conseguir mediante la explotación de las minas, sólo se puede adquirir mediante el cobro de una especie de impuesto a los obreros desempleados, o bien, vender los recursos logrados por los obreros en el comercio exterior.
Puedes llevar un completo informe de todo lo que tienes, ver los mundos donde otros jugadores se están desenvolviendo, colonizarlos, hacer alianzas, etc. La colonización de otra aldea se desarrolla con 1.000 soldados como mínimo, en los que tendremos espadachines, caballería, lanceros y espías.
Hay diferentes tipos de ataques que debes tener presente al momento de atacar a otra aldea. Uno es el llamado “Ataque por Saqueo” que consiste en adentrarse en la aldea y te “robas” los recursos de ésta. El otro es “Desolación”, este es un poco más violento, consiste en internarse en la aldea y destruir todo, apoderándose también de los recursos, en éste tipo de ataque, por cada aldeano que liquides, serás recomenzado con oro. Y último es “Batalla Campal” que se pelea fuera de las aldeas (la propia y la del enemigo) recibiendo también una recompensa por cada enemigo que mates.
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